A la hora de hacer el reporting (tarea habitual de la gerencia bien sea directa o delegada en la dirección financiera) de beneficios o a a veces pérdidas , en definitiva al realizar el análisis de resultados (de explicar y analizar cómo ha ido el último ejercicio cerrado o el periodo que escojamos según nos interese, trimestre, mes, bimestre, semestre) - que cómo mínimo se debe hacer anualmente aunque es más que recomendable realizarlo trimestralmente - es muy frecuente en pymes y sobre todo si son empresas familiares (al menos yo me he encontrado con ello en mi ejercicio profesional) hacerlo en términos de EBITDA (beneficio antes de impuesto de sociedades, amortizaciones, depreciaciones y gastos financieros o intereses) especialmente si los miembros del consejo de administración no tienen formación específica en finanzas o empresa en general, esto es porque el concepto del EBITDA en mi opinión es más intuitivo para una persona que desconozca los “secretos” de las finanzas y la contabilidad ya que conceptualmente está más cerca del resultado del negocio en si a diferencia del resultado ordinario contable que engloba los resultados de explotación y financieros. Comentario práctico en empresas pequeñas familiares y con dirección de perfiles no financieros o sin formación en economía y empresa: Es mejor a la hora de exponer los números hacerlo en términos de EBITDA pero ni nombrarlo como tal para no "liar" al personal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario